Imposible engañarnos. La piel de nuestros brazos y piernas se ha adelgazado y arrugado en algunas zonas. Tenemos lo que se llama un cutis maduro y eso es irreversible. Sin embargo, es muy necesario aplicarnos una leche humectante, después de la ducha y al acostarnos. Que nuestras extremidades no luzcan como antaño no significa que debamos andar cubiertas como monjas de clausura, ni men os con estos calores . Es cierto que nuestros brazos no lucen torneados y frescos como antes, pero no es motivo para modificar nuestro vestuario. Perfectamente podemos usar blusas y poleras sin mangas o de manga corta aunque no nos sintamos tan cómodas con ellas como cuando jóvenes. En cuanto a las piernas, la cosa es más delicada. Aunque juremos frente al espejo que conservamos unas piernas estupendas, que ni la Marlen Dietrich logró esa perfección jamás, no importa...¡ No usemos mini falda ni menos short! Nuestras rodillas no son redonditas y con hoyuelos como las de una quinceañera...L...